lunes, 28 de enero de 2008

Un poco de... KIESLOWSKI



Krzysztof Kieslowski
(Polonia, 1941-1996)

Biografía:


Director de cine polaco. Nació en Varsovia, y estudió en la Escuela de Cine y Teatro de Lódz, Polonia.
Comenzó su carrera realizando documentales y películas de ficción sobre la problemática económica y social dominante en su país en aquel momento.
La crisis polaca, que llevaría a la fundación del sindicato Solidaridad, fue el tema central de la producción de Kiéslowski, considerado como el pionero del ‘cine de agitación moral’ en Polonia. Su serie Decálogo (1989), ciclo de diez películas basadas en cada uno de los mandamientos, fue realizada en principio para la televisión polaca, aunque algunas fueron posteriormente ampliadas y estrenadas en otros países como largometrajes. La quinta parte, Krotki film o zabijaniv (No matarás, 1988), recibió el premio especial del jurado del Festival de Cannes y el Oscar a la mejor película extranjera de ese año.
Muchas de sus películas analizan el lugar que ocupa el hombre en la sociedad, como en La doble vida de Verónica, interesante cinta que fue muy bien acogida por la crítica cuando se estrenó en 1991. En su trilogía Tres colores (Azul, 1993; Blanco, 1993, y Rojo, 1994), basada en los colores de la bandera francesa en alusión a los ideales revolucionarios de libertad, igualdad y fraternidad, Kiéslowski insiste en el análisis de la vida interior de sus personajes... (No Comment)

domingo, 27 de enero de 2008

COMPAÑÍA TEATROCINEMA "SIN SANGRE"


"Cuando la venganza se transforma en el único camino visible, cuando la muerte se hace dueña de todo destino, irrumpe la certeza que parecía perdida desde siempre: el sino maldito de la tragedia se rompe sólo SIN SANGRE”...


SIN SANGRE

La creación y puesta en escena de “Sin Sangre” considera la implementación de un completo equipo de profesionales trabajando en un régimen de exclusividad, quienes durante un año completo se abocarán a la creación y producción del espectáculo. El equipo completo, bajo la Dirección General de Juan Carlos Zagal, está integrado por:

Actores y Actriz: Laura Pizarro, Juan Carlos Zagal, Diego Fontecilla, Ernesto Anacona, Claudio Bello.

Guionista y director audiovisual Dauno Tótoro Productor José Pedro Pizarro Director de arte Rodrigo Bazáes Dirección de fotografía y editor Marcelo Vega Composición música original Juan Carlos Zagal Diseñadores técnicos Cristián Reyes Cristián Mayorga Iluminador Cristián Saavedra Ingeniero de sonido Marco Díaz Sonidista José Luis Fuentes Diseño de vestuario Loreto Monsalve Story boards Abel Elizondo Cristián Reyes


P.S:Dedicado a Joe.


"La Troppa"... de las artes


La Obra de Teatro "Gemelos"...
Es la historia de dos niños que hacen, sienten y piensan absolutamente lo mismo. Al estallar la guerra son llevados por su madre donde la abuela, mujer hostil que vive en las afueras de un pueblo y a la que llaman “la bruja”. Los gemelos se verán obligados a realizar un proceso de aprendizaje de sobrevivencia que les permitirá hacer frente al dolor, al hambre, la humillación, el abandono, el orgullo, el abuso, la corrupción, la muerte, y finalmente, a su propia separación.

Un Poco de Huxley...



Al elaborar un ideal podemos dar por supuesto lo que deseamos, pero es necesario evitar las
imposibilidades.

Aristóteles
La Isla

I
–Atención –comenzó a llamar de pronto una voz, y fue como si un oboe se hubiese vuelto de pronto capaz de pronunciación articulada–. Atención –repitió con el mismo tono alto, nasal y monocorde.
Echado como un cadáver entre las hojas muertas, el cabello enmarañado, el rostro grotescamente sucio y magullado, Will Farnaby despertó con un sobresalto. Molly lo había llamado. Hora de despertar. Hora de vestirse. No se podía llegar tarde a la oficina.
–Gracias, querida –dijo, y se incorporó. Un agudo dolor le apuñaló la rodilla derecha, y sintió otros tipos de dolor en la espalda, los brazos, la frente.
–Atención –insistió la voz sin el menor cambio de tono. Apoyado en un codo, Will miró en torno y vio con desconcierto, no el empapelado gris y las cortinas amarillas de su dormitorio de Londres, sino un claro entre árboles y las largas sombras y luces sesgadas de las primeras horas de la mañana en un bosque.
¿Atención?
¿Por qué decía atención?
–Atención. Atención –insistió la voz.... ¡Cuan extraña, cuan insensata!
–¿Molly? –preguntó–. ¿Molly?
El nombre pareció abrir una ventana dentro de su cabeza. De pronto, con esa sensación horriblemente
familiar en la boca del estómago, olió el formol, vio a la pequeña y vivaz enfermera corriendo delante de él por el pasillo verde, oyó el seco crujir de su uniforme almidonado.
–Número cincuenta y cinco –decía la enfermera; se detuvo y abrió una puerta blanca. Él entró y allí, en una alta cama blanca, estaba Molly. Molly, con la mitad de la cara cubierta de vendas y la boca cavernosamente abierta.
–Molly –gritó–, Molly... –Se le quebró la voz y rompió a llorar, implorando.– ¡Querida mía! –No recibió respuesta. A través de la boca abierta la rápida respiración superficial surgía ruidosa, una y otra vez.–
Querida mía, querida... –De pronto la mano que sostenía cobró vida por un instante. Luego volvió a quedar inmóvil. –Soy yo –dijo–, Will.
Los dedos se agitaron una vez más. Lentamente, en lo que era sin duda un enorme esfuerzo, se cerraron sobre los de él, los apretaron un momento y volvieron a aflojarse, inertes.
–Atención –llamó la voz inhumana–. Atención. Había sido un accidente, se apresuró a asegurarse. El camino estaba húmedo, el coche había patinado sobre la línea blanca. Era una de esas cosas que suceden a cada rato. Los periódicos están repletos de ellas; él mismo había informado de decenas de esos accidentes. "Madre y tres niños muertos en violento choque..." Pero eso no venía al caso. El caso es que cuando ella le preguntó si eso era el fin, él le dijo que sí; el caso era que menos de una hora después de terminado el último y vergonzoso encuentro bajo la lluvia. Molly se encontraba en la ambulancia, agonizante.
Will no la miró cuando ella se volvió para alejarse, no se atrevió a mirarla. Contemplar una vez más el pálido rostro sufriente habría sido demasiado para él. Ella se había levantado de la silla y cruzado la habitación con lentitud, para irse lentamente de su vida. ¿Debía llamarla, pedirle que lo perdonase, decirle que aún la amaba? ¿La había amado alguna vez?
Por centésima vez, el oboe vocal le exigió atención. Sí, ¿la había amado?
–Adiós, Will. –Recordó el susurro de Molly cuando se volvió en el umbral. Y fue ella quien lo dijo... en un murmullo, desde lo hondo del corazón.– Sigo amándote, Will... a pesar de todo.
Un momento después la puerta del departamento se cerró tras ella casi sin un sonido. Un pequeño chasquido seco, y Molly ya no estaba más allí.
El se puso de pie de un salto, corrió a la puerta y la abrió, escuchando los pasos que se alejaban por la escalera. Como un fantasma al alba, un leve perfume familiar persistía, a punto de desaparecer, en el aire. Volvió a cerrar la puerta, entró en su dormitorio gris y amarillo y miró por la ventana. Pasaron unos segundos y la vio cruzar e introducirse en el coche. Oyó el chirrido del arranque, una, dos veces, y luego el tamborileo del motor. ¿Debía abrir la ventana? "Espera, Molly, espera", se escuchó gritar con la imaginación. La ventana permaneció cerrada; el auto comenzó a avanzar, dobló en la esquina y la calle quedó desierta. Era demasiado tarde. Demasiado tarde, ¡gracias a Dios!, dijo una grosera voz burlona. ¡Sí, gracias a Dios! Y sin embargo, ahí estaba el sentimiento de culpa en la boca del estómago. La culpabilidad, la dentellada del remordimiento... pero a través del remordimiento podía sentir un horrible regocijo. Alguien vil y obsceno y brutal, alguien extraño y odioso, que, sin embargo, era él mismo, pensaba alborozadamente que ahora no había nadie que le impidiera tener lo que deseaba. Y lo que deseaba era un perfume distinto, la tibieza y elasticidad de un cuerpo más joven.
–Atención –dijo el oboe. Sí, atención a la almizclada habitación de Babs, con su alcoba color
frambuesa, sus dos ventanas que daban sobre Charing Cross Road y que eran contempladas toda la noche por el parpadeante resplandor de un enorme letrero de Porter's Gin situado en la vereda de enfrente.
Ginebra en regio carmesí... y durante diez segundos la alcoba era el Sagrado Corazón, durante diez milagrosos segundos la arrebolada cara tan próxima a la de él resplandecía como la de un serafín, transfigurada como por un fuego interno de amor. Uno, dos, tres, cuatro.. ¡Ah, Dios, que siga eternamente! Pero puntualmente al contar diez el reloj eléctrico encendía otra revelación... pero de muerte, del Horror Esencial; porque las luces, entonces, eran verdes, y durante diez repugnantes segundos la rosada alcoba de Babs se convertía en un útero de barro, y en la cama la propia Babs tenía un color cadavérico, como de un cadáver galvanizado en epilepsia póstuma. Cuando el Porter's Gin se proclamaba en verde, resultaba difícil olvidar lo sucedido y quién era uno. Lo único que se podía hacer era cerrar los ojos y hundirse –si se podía– más profundamente en el Otro Mundo de sensualidad, hundirse violenta, deliberadamente, en el enajenador frenesí al que la pobre Molly –Molly ("Atención") con sus vendajes, Molly en su húmeda tumba de Highgate, y Highgate, por supuesto, era el motivo de que uno cerrase los ojos cada vez que la luz verde convertía la desnudez de Babs en un cadáver– había sido siempre tan totalmente ajena. Y no sólo Molly. Detrás de sus párpados cerrados, Will veía a su madre, pálida como un camafeo, el rostro espiritualizado por el sufrimiento aceptado, las manos convertidas en monstruos subhumanos por la artritis. Su madre, y, detrás de su sillón de ruedas, casi al borde de la obesidad, temblando como gelatina con todos los sentimientos que jamás habían encontrado expresión en el amor
consumado, su hermana Maud...




Huxley, Aldous
(1894-1963)


Novelista, ensayista, crítico y poeta inglés, nieto de Thomas y hermano de Julian. Nació en Godalming, Surrey, y estudió en las universidades de Eton y de Oxford. Trabajó en varios periódicos y publicó cuatro libros de poesía antes de la aparición de su primera novela, Los escándalos de Crome (1921). Las novelas Heno antiguo (1923) y Contrapunto (1928), que ilustran el clima nihilista de la década de 1920, y Un mundo feliz (1932), una visión deshumanizada y utópica del futuro, le hicieron famoso. Durante gran parte de esta época vivió en Italia y Francia. En 1937 emigró a Estados Unidos. Entre sus más de 45 libros destacan los de ensayo, Un Pilatos burlón (1926), Mañana y mañana y mañana (1956), Nueva visita a un mundo feliz (1958) y Literatura y ciencia (1963). Otras novelas son Ciego en Gaza (1936), Viejo muere el cisne (1939), Mono y esencia (1948) y La isla (1962). Huxley también escribió crítica científica, filosófica y social, con obras importantes como El arte de ver (1932), La filosofía perenne (1946) y Los demonios de Loudon (1952). Se interesó mucho por el misticismo y la parapsicología. Las puertas de la percepción (1954) y su continuación, Cielo e infierno (1956), tratan de sus experiencias con drogas alucinógenas.








jueves, 17 de enero de 2008

"LA VERDADERA ECONOMIA SOCIAL"




EL MAYOR RECURSO: LA EDUCACIÓN
Ernst Friedrich Schumacher
Este texto es un capítulo del libro
"Small is beautiful" (1973)
según la versión castellana
"Lo pequeño es hermoso",
publicada por Ed. Blume en 1978.
A lo largo de la historia y virtualmente en todas las partes de la tierra los hombres han vivido, se han multiplicado y han creado alguna forma de subsistencia y algo que compartir. Las civilizaciones se han construido, han florecido y, en la mayoría de los casos, han declinado y perecido. Éste no es el lugar apropiado para discutir por qué han perecido, pero podemos afirmar que debe haber habido alguna falta de recursos. En la mayoría de los casos nuevas civilizaciones surgieron sobre el mismo terreno, lo que sería bastante incomprensible si sólo hubieran sido los recursos materiales los que hubiesen fallado. ¿Cómo podrían haberse reconstituido esos recursos por sí mismos?
Toda la historia (como toda la experiencia) apunta al hecho de que es el hombre y no la naturaleza quien proporciona los recursos primarios, que el factor clave de todo desarrollo económico proviene de la mente del hombre. De repente, hay una explosión de coraje, de iniciativa, de invención, de actividad constructiva, no en un solo campo, sino en muchos campos a la misma vez. Puede ser que nadie esté en condiciones de decir de dónde proviene originariamente, pero sí podemos ver cómo se mantiene y se refuerza a sí mismo a través de la educación. En un sentido muy real, por lo tanto, podemos decir que la educación es el más vital de los recursos.

E. F. Schumacher

Ernst Friedrich "Fritz" Schumacher (16 de agosto de 19114 de septiembre de 1977) fue un intelectual y economista que tuvo una influencia a nivel internacional con un trasfondo profesional como estadístico y economista en Inglaterra. Trabajó como Chief Economic Advisor para la National Coal Board de Gran Bretaña durante dos décadas. Sus ideas se volvieron bien conocidas en la mayor parte del mundo angloparlante durante la década de los setenta. Es bien conocido por sus críticas a los sistemas económicos de Occidente y por su propuesta por una tecnología descentralizada. De acuerdo al Suplemento Literario de The Times, su libro “Small Is Beautiful” está entre los 100 libros más influyentes publicados desde la Segunda Guerra Mundial. Fue prontamente traducido a varios idiomas y trajo a Schumacher la fama internacional, luego del cual Schumacher fue invitado a muchas conferencias internacionales, a Universidades como invitado para dar charlas y responder consultas. Otro notable trabajo de Schumacher es “A Guide For The Perplexed”, (Una Guía para el Perplejo) que es una crítica al materialismo cientificista y una exploración de la naturaleza y la organización del conocimiento. Schumacher fue un conocido amigo del Profesor Mansur Hoda. Fundó la Institución “Intermediate Technology Development Group” (Grupo de desarrollo tecnología intermedia) conocido ahora como Practical Action (Soluciones Prácticas para sus operaciones en latinoamérica y el caribe) en 1966.